
17 Mar EL HOMBRE QUE CONFUNDIÓ A SU MUJER CON UN SOMBRERO (I)
“La mente intuitiva es un don sagrado, la mente racional un sirviente fiel. Es paradójico que en el contexto de la vida moderna adoremos al sirviente y profanemos al divino” (Albert Einstein)
Oliver Sacks, es un neurólogo inglés que ha escrito importantes libros sobre sus pacientes, como Despertares (Awakenings) en 1993, libro en el que se basó la película de 1990 “Despertares” dirigida por Penny Marshall.
Escribió también El hombre que confundió a su mujer con un sombrero donde narra las diferentes e insólitas “aberraciones” de la percepción del ser humano. El libro cuenta 24 historias de pacientes, agrupadas en 4 partes llamadas Pérdidas, Excesos, Arrebatos y El mundo de los simples.
El caso que da nombre al libro habla de un hombre con prosopagnosia (incapaz de reconocer caras): “…Pareció también decidir que la visita había terminado y empezó a mirar en torno buscando el sombrero. Extendió la mano y cogió a su esposa por la cabeza intentando ponérsela. ¡Parecía haber confundido a su mujer con un sombrero! Ella daba la impresión de estar habituada a aquellos percances”.
Cada uno de nosotros sufrimos, en mayor o menor medida, algunos “errores” de la percepción. A veces miramos pero no vemos, otras oímos pero somos incapaces de escuchar y en muchas ocasiones vivimos, pero somos incapaces de transformar en experiencia esa vivencia.
La realidad es percibida por cada uno de nosotros de un modo diverso. Según la Programación Neurolingüistica (PNL), captamos diversos aspectos de la realidad dependiendo de la modalidad sensorial que tengamos más desarrollada o educada y eso marcará nuestro “mapa”, es decir la zona de realidad que nosotros denominamos “la realidad”.
La PNL describe tres grandes “sistemas de representación”, formas de percibir la realidad y comunicarla a los demás: visual (V), auditivo (A) y kinestésico (K). En cada caso el modo de percibir y procesar la información es diferente y cada uno se manifiesta por un tipo de pensamiento, modo de hablar, de moverse y de relacionarse.
No hay ningún sistema de representación mejor que otro, pero es muy importante desarrollarlos todos y tenerlos en cuenta para el propio crecimiento personal y, sobre todo, cuando queremos interactuar con otras personas:
- Un sanitario que no sea capaz de conocer el tipo de “mapa” que tiene la persona que acude a su consulta no sólo tendrá más dificultades en la comunicación sino que le costará más ayudar a esa persona a hacerse responsable de su salud y lograr una mayor adherencia terapéutica.
- Un formador que no sea capaz de comunicar en un amplio abanico de sistemas de representación, dejará descolgados a una gran parte de sus alumnos que no habrán comprendido el alcance de su explicación.
- Un vendedor que no conozca el sistema de representación de su cliente, si éste se muestra vacilante, tiene muchas probabilidades de perder la venta y el cliente.
Joseph O’Connor y John Seymour, en su libro Introducción a la PNL distinguen entre el sistema director y el sistema preferido y nos proponen un sencillo ejercicio para conocer cuál es cual en nuestro sistema representativo:
“Piense en sus vacaciones del verano pasado.
¿Qué ha venido primero…?
¿Una imagen, un sonido o una sensación?
Este es el sistema director, el sentido interno que empleamos como herramienta para remontarnos a una memoria… Puede que yo recuerde mis vacaciones y empiece a ser consciente de las sensaciones de relajación que tuve; pero la manera que inicialmente viene a mi mente puede ser mediante una imagen. En este caso mi sistema director es visual, y mi sistema preferido es el kinestésico”
Mejorar nuestra forma de percibir y de comunicarnos, nos proporcionará mayores y mejores beneficios en todas las áreas de nuestra vida: familiar, laboral, de pareja,… y el primer paso es reconocer en qué somos fuertes y en qué debemos ejercitarnos.
Quieres conocer mejor la forma de manifestarse y las diferencias entre cada sistema de representación? Ya sabes como mejorar tu forma de comunicarte?
En la segunda parte ahondaremos más en ello (continuará).
Javier Álvarez