
21 May COACHING DE SALUD
“No hay una segunda oportunidad para una primera impresión” (Oscar Wilde)
Después del Taller de Coaching de Salud para personal de enfermería que facilité en el Colegio de Enfermería de Baleares, y del que facilitaré mañana en la Biblioteca can Sales de Palma, con motivo de la III Semana Internacional del Coaching, me gustaría compartir con vosotros una reflexión sobre este apasionante tema.
En los últimos años el enfoque del conocimiento ha cambiado notablemente. Antes era muy importante la adquisición y acumulación de conocimientos técnicos en casi todas las profesiones, y las sanitarias como medicina, enfermería… no estaban al margen.
En la actualidad, sin olvidar estas competencias técnicas, se enfatiza la necesidad de adquirir y desarrollar capacidades para resolver problemas en la práctica, interactuar para poder trabajar en equipo, comunicarnos mejor con los destinatarios de nuestra profesión. Estamos hablando de habilidades no técnicas (non-technical skills).
Este término surge en torno a los años 70 cuando en la aviación europea se dan cuenta que entre el 70 y el 80% de los accidentes eran causados por factores humanos ajenos, en muchas ocasiones, a las competencias técnicas. Y esto puede aplicarse a cualquier profesión, incluidas las del ámbito sanitario.
Podemos definir las non-technical skills como los recursos personales cognitivos, sociales y personales que complementan las habilidades técnicas y contribuyen a una ejecución segura y eficiente de las tareas.
En este sentido el Coaching de Salud tiene claramente dos áreas principales:
- Ayudar a desarrollar las competencias no técnicas en el personal sanitario para favorecer la eficacia y la buena práctica de su profesión .
- Potenciar la consciencia y responsabilidad de las personas que tienen alguna enfermedad o quieren mejorar su calidad de vida para lograr una mayor adhesión terapéutica y un mayor compromiso enfocado al logro de sus propios objetivos y resultados.
Según Flin, O’Connor y Crichton (2008) las principales categorías de competencias no técnicas son:
- La conciencia situacional
- La capacidad para tomar decisiones
- La comunicación
- La capacidad para trabajar en equipo
- La capacidad de liderazgo
- La capacidad para gestionar el estrés
- La capacidad para afrontar la fatiga.
El impacto del desarrollo de este tipo de habilidades mediante el Coaching, se suele valorar en términos económicos en el campo de los negocios, empresarial… sin embargo, en el campo sanitario el desarrollo de este tipo de habilidades tiene un gran impacto social y personal, tanto en el equipo de trabajo como en los clientes o pacientes.
Una de las habilidades que más me apasiona es el tema de la comunicación. Dentro del Coaching de Salud tiene una vital importancia e implica, por un lado, una escucha activa que va más allá de lo que el paciente/cliente dice verbalmente y, por otro, comunicarnos con él no desde la posición de experto consejero sino desde la de un profesional que le acompaña y le ayuda a ser más consciente y más responsable respecto a su propio bienestar.
Características propias de este tipo de comunicación son:
- Empatía: Implica ponerse en el lugar del paciente, pero no necesariamente estar de acuerdo con su forma de entender o ver las cosas.
- Escucha profunda o activa: escuchar a la persona en su totalidad, emociones, sentimientos… Además de las palabras, debemos estar pendientes de su tono de voz y de su lenguaje no verbal. Recordamos la Regla de Albert Merahbian con respecto a la importancia de cada uno de estos aspectos en la comunicación:
- 7% lenguaje verbal
- 55% lenguaje no verbal: mirada, gestos…
- 38% matices de la voz: entonación, volumen, tono…
- Preguntas poderosas que faciliten el cambio, en lugar de aconsejar.
- Dar feed-back de lo que observamos, sin juzgar.
- Celebrar y felicitar al cliente/paciente por las acciones y cambios que se van produciendo, aunque sean pequeños pasos orientados al resultado. Parte del resultado está en cada paso que se dirige hacia él.
El Coaching debe seguir extendiéndose en el ámbito sanitario, bien de forma individual o en equipos, porque redundará en un grandioso beneficio para los propios profesionales y para las personas a las que destinan sus cuidados.
El cambio que se producirá en la relación sanitario-paciente y entre los propios profesionales dentro de un equipo facilitará el funcionamiento y la práctica de la profesión, y ayudará a mejorar la salud, definida en 1946 por la OMS como “un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedad”.
Consideras que eres consciente y responsable de tu estado de “bienestar” actual? Como profesional sanitario crees que tus habilidades no técnicas están desarrolladas convenientemente? Quieres conseguir y mantener hábitos saludables en tu vida?
Javier Álvarez