Posted at 21:42h
in
Coaching
“No puede impedirse el viento, pero pueden construirse molinos” (Proverbio holandés)
Las personas con una
resiliencia elevada tienen una forma de ver, entender y sentir la vida que estimula al sistema inmunitario para que no pierda fuerza antes las adversidades y, de ese modo, enfermen menos o padezcan menos los estragos del estrés. Esto, a su vez, favorece que se enfrenten a cada circunstancia de una forma más constructiva e inteligente.
A veces, una imagen vale más que mil palabras y la imagen de esos
pins barraquers en la costa de Mallorca, pinos remodelados para adaptarse a las circunstancias climáticas, a la constancia de los vientos, nos puede acercar a la idea de la resiliencia.